31 de agosto de 2008

Si yo fuera deportista...


Se acabaron los olímpicos (si, yo sé que fue hace 8 días) a todos nos dejaron atónitos la organización y las ceremonias, los chinos lograron descrestar al mundo entero y vaya que lo lograron! Fueron días llenos de jolgorio en Beijing medalla que viene, medalla que va, Pheelps y otros fenómenos etc. en pocas palabras espectacular; aunque no todo fue tan perfecto, algunos truquitos y trampillas por ahí comentadas, e incluso una polémica prueba positiva de dopaje, trasnocharon a más de uno por estos días. Esta fiebre por los deportes que aparece cada cuatro años me ha puesto a pensar en varias cosas (en realidad ha pasado desde Sidney 2000) una de ellas es el porque carajos existimos personas que no servimos para ninguno de ellos. Reconozco, NUNCA me he distinguido en ningún deporte, en el colegio no pertenecí a ningún equipo por la sencilla razón de que no era buena ni para el fútbol, ni el básquet, ni el vóley ni nada. ¿Como iba a jugar en el equipo de voleibol, por ejemplo, cuando mandaba siempre la maldita pelota al patio de otro colegio? Haciendo una ardua exhumación de recuerdos escolares, llegaron a mi mente unos de esos intentos -por cierto, frustrados- de convertirme en una deportista o por lo menos, la satisfacción de sentirme hábil en alguna práctica deportiva, y esto fue lo que encontré:

Cuando tenía como 5 años estaba en clases de natación y el instructor me enseñaba a nadar con una tablita (como la de Guardianes de la Bahía) a la que tenía pánico pues el constante roce entre la tabla y mi quijada me dejaba una pequeña raspadura por tres días que todos ignoraban. Luego con el palo aquel de limpiar la piscina me decía que me cogiera y simulara nadar, el a su vez me iba llevando poco a poco hasta soltarme para que yo lo hiciera sola, el resultado: media piscina dentro de mis pulmones y el instructor intentando sacarme. Total, le cogí fobia a las clases de natación y siempre sacaba la excusa de que no había llevado vestido de baño, decía que se me había quedado en mi casa (¿que cosas no?) Finalmente aprendí a nadar pero no gracias a esa escuela, sino en la finca de una tía donde toda la piscina era para mí y nadie me obligaba, entre tanta chapaleada ¡lo logre! pero en cuanto a la natación como deporte, ni de riesgos!

Después mi padre quería que fuera tenista, propuso en ese entonces matricularme en una escuela de tenis, con la liga de Bogotá, para entrenar los sábados en la mañana, mi madre por su lado le pareció una cosa absurda y el hecho de que madrugara era peor, así que (él ni ella son deportistas y yo en mi infancia nunca di ni la mas remota señal de serlo) se opuso solemnemente y mi papá como todo hombre resignado ante la inapelante decisión de su mujer, dejó la molestadera y optó por no volver a insinuarlo. Conclusión: el tenis, tampoco, aunque faltó probar.
Mas grandecita, intenté con el "vóley " en el colegio muchas veces (y gracias a la clase de educación física aún más) pero nunca obtuve mas que antebrazos rojos, algunas ampollas producto de los golpes y un trauma (casi cráneo encefálico) gracias a la ultrasónica velocidad de los balones que en repetidas ocasiones me caían encima. Vóley: menos.
Entonces llego el básquet, tuve una amiga muy querida, que era basquetbolista, jugaba en los piratas de Bogotá y amaba locamente a Michael Jordan, me enseño algunos tiros, pases y algo de normas, no era tan mala, lo hacia bien y corría lo suficientemente rápido -gracias a las prácticas con rin rin corre corre- pero también me quitaban ese balón como si tuviera mantequilla en las manos, con una facilidad absurda, y fuera de eso he sido chiquita, lo que hacía imposible atacar y "cegar" al contrincante eficientemente, por lo cual nunca me vieron como una posible aspirante para un equipo. Básquet, por enana, no se pudo.

Ya por descarte, dentro de los usuales deportes escolares, quedaba el fútbol, las pocas veces que lo practiqué mandé balonazos a todos lados menos al arco, y en realidad no me llamaba la atención jugarlo así que dejé de hacerlo, conclusión ni natación, ni tenis, ni vóley, ni fútbol.
Viendo ese gris panorama, opté por dejar de ese tamaño mis aptitudes deportistas, para no volver a tocar en mi vida ninguno de esos balones. "Que faltó intentar más" dirán unos "Que hay mas deportes" dirán otros, pero hubo algunas señales que indicaron que iba por muy mal camino, parece que la vida se empeño en mostrármelo, y lo cierto es que esa serie de eventualidades solo dieron como resultado una profunda convicción de que en realidad yo pa esa vaina no nací.
Felicitaciones a Los deportistas colombianos que ganaron medallas (¡!) y a los que fueron hasta Beijing a participar, a los que no van a competencias mundiales pero le meten la ficha a alguna disciplina y en general a todos los que en medio de este bullicio de festividades desempolvaron la sudadera y se dedicaron a practicar ese deporte para el que son buenos o les gusta; finalmente yo también me contagié y toda esta vaina de los olímpicos me puso a pensar en la posibilidad de volver a intentar con otro deportito. Amanecerá y veremos.
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PD: Se que no le interesa, pero le cuento que ya tengo internet, toco pagar ingeniero, comprar cable y aparaticos gracias al bajo presupuesto de ETB, solo llevaba 5 meses con el servicio y ya se dañaron, pero bueno, volvió el alma al cuerpo -no se si la inspiración- pero algo es algo ¿no?

23 de agosto de 2008

Con la inspiración en la casa...

Esto de la Internet está creando una afición compulsiva en mí. Desde hace más de una semana, por alguna extraña razón (que solo ETB sabe) me encuentro sin el tan aclamado servicio en la casa, publicar en este blog se convierte entonces en toda una odisea, pues no hay nada mejor que sentarse a escribir en ella, tomándose un café, hasta altas horas de la noche como suele pasar, tranquilo y libremente, y no como me encuentro hoy, en medio de otros cuantos internautas, gastando unos cuantos pesos por navegar si mucho 2 horas en este modesto ciber café de barrio.

A decir verdad va a ser un poco complicado encontrar inspiración con este ambiente, un computador totalmente ajeno a mío, al que no le conozco sus mañas –no se imaginan el trabajo que fue encontrar los signos de puntuación en este teclado, me estaba enloqueciendo- supongo que terminalmente lleno de virus; y al cual estoy cautelosa de manejarlo, no va y sea se me quede abierto mi correo o en su defecto este blog y me lo saboteen o algo así. De esta forma, ¿Quien carajos se inspira?
Esta es la razón por la que probablemente ( hasta que los de ETB o en su defecto un ingeniero me arreglen los inconvenientes técnicos) no he podido publicar nada; y no es que sea una completa tacaña, es porque simplemente mi casa, esa musa de inspiración no tiene a su disposición este vital elemento, y en cambio tengo que sentarme en un PC prestado, lleno de vainas raras -cosa que sinceramente no me causa confianza- y sentirme extraña en un sitio donde me acompañan unos peladitos chateando en voz alta, un emo que paga unos cuantos pesos para contarle a ese computador que la vida es una mierda, el dueño del ciber que esta mirando todo lo que hago y escribo y otros cuantos cristianos inocentes. Necesito inspiración y de verdad no creo que aquí la vaya a tener.
Ahora si entiendo a este personaje, que a pesar de estar en medio de las particulares personas que entran a diario en un café Internet, todo el trajín que este implica y lo molesto que es no tener privacidad, es capaz de escribir un post. Yo particularmente lo seguiré intentando, y mientras lo hago (Odio decirlo, y mucho mas aceptarlo) continuaré alienándome cada vez mas con esta aberrante tecnología cuya ausencia ya me ha hecho padecer por más de 7 eternos días. por ahora dejo así porque se me acabó el tiempo.

PD: Maldita ETB, me abandona cuando mas la necesito…

10 de agosto de 2008

No me gusta el fútbol. ¿y qué?

Según mis mediocres estadísticas mentales, calculo que el 90% de hombres que conozco tienen algo muy en común: Les gusta el fútbol. La diferencia es simplemente la clase (de equipo no?) unos, Millonarios, otros, Santa Fe, otros, América, otros, Nacional, otros el fútbol europeo porque creen que el colombiano apesta; que entre otras cosas quedo perpleja al saber como les rinden de pleitesía a todos esos equipuchos: Manchester, Real Madrid, etc. etc. A ver cuantos europeos le echan el ojo a un partido Chicó- Medellín, a ver ¡digan!

Lo cierto es que si yo fuera hombre, me saldría del promedio; odio el fútbol, no le encuentro gracia a Ronaldinho, Kaka, Beckham, incluso ni Pelé y Maradona; ni tampoco a sus equipos, ni sus barras, ni sus goles, ni sus torneos ni nada, ni siquiera a un mundial (bueno de pronto la ceremonia de inauguración, nada mas!). Muchos de ustedes dirán que es mas por mi naturaleza femenina, les cuento que no. Otra de mis mediocres estadísticas mentales dice que en estas épocas las mujeres aumentaron su gusto por el fútbol en un 70%, es decir que hoy son muy pocos a mi alrededor los que de verdad, no le encontramos gracia a este opio del entretenimiento.

¿Que soy antipatrióta? ¿no apoyo a la selección? No, la verdad no me interesa si gana, si pierde o si empata, ni siquiera me incentivan sus jugadores, me parecen horribles (casi todos), otra razón mas por la que no podría invertirle 90 minutos de mi "valioso tiempo"

Acéptenlo, el fútbol es una vitrina publicitaria que maneja millones de dólares al año (hablo del internacional) los futbolistas de reconocida talla ganan mas por ser la imagen de Adidas o Nike,Calvin Kelin, Gucci y otras afamadas marcas, por lo que la disciplina futbolística pasa a un segundo plano. En el fútbol, el jugador es una mercancía: un equipo compra a un man que tiene fama porque hace goles, tiene buena pierna, se casó con una famosa modelo y sale en infinidad de comerciales por una suma astronómica de euros, el jugador suma en su cuenta bancaria una buena cantidad de divisas y tan pronto otro equipo mas platudo que el anterior le hace una propuesta mas jugosa, se va sin dejar rastro, pierde su identidad y se convierte en un objeto que compran y venden, así como una casa, un shampoo u otro artículo. Estoy segura que Adam Smith e incluso Keynes se habrían vuelto locos con este espectáculo y explicarían sus teorías a partir del afamado fútbol, con eso todos las entenderíamos.

No me gusta ese absurdo mundo, algunos jugadores son espectaculares tienen buen cuerpo y cara, pero no dejan de ser futbolistas en su mayoría ignorantes (eso dejémoslo para otro post) incluso en Colombia, el 60% es acreedor de nombres raros, pero casi ninguno estudia una carrera, lee un libro o sabe algo que no sea sobre su equipo al que juega (algunos ni siquiera saben de fútbol) Son, en pocas palabras como las reinas de belleza, pero en versión masculina.

Admitámoslo de una vez, el fútbol dejó de ser un deporte, tampoco es cultura; no es mas que un producto del mercadeo que se rige bajo el libre juego de la oferta y la demanda, donde el tráfico legal de personas (¿o personajes?) es el pan de cada día. El fútbol perdió en mí su gracia, y hace rato, y eso que cuando niña lo veía sin problema.

Por eso si me preguntan que si me gusta, digo que no, no solo porque no me llama en lo mas mínimo la atención sino porque no es mas que un lucrativo negocio donde lo único que lo mueve son los dólares y los Euros, el deporte como tal ya no existe, murió para mi.

Paz en su tumba.

PD. Querido lector futbolmaniático: no tome a mal el contenido de este post, es solo una humilde opinión de esta, su servidora, no tengo nada en contra de los fanáticos y seguidores ni mucho menos de los futbolistas, simplemente es una forma marginal de interpretar, lo que a mi juicio es un fenómeno del marketing. Disculpe usted.

6 de agosto de 2008

Para lo del Cumpleaños...

Hoy Bogotá está de cumpleaños, ¡felicítenla! no siempre se llega a los 470 años de existencia mas bonito, mas moderno y joven, a Bogotá no le salen arrugas, el tiempo juega a su favor, tiene cáncer, pero el doctor dice que es benigno, que es solo falta de una eficiente administración como cuando en su época lo fue Mockus, un antídoto infalible para su próspera recuperación. Sin embargo, le quedan muchos años más de vida.

Bogotá fue concebida por el Señor Quesada, se dice que en una capilla, por eso le pusieron "santa fe" pero en medio de su rebeldía posmoderna, e inconforme con el nombre se quedó solo con Bogotá, pues con su apellido Distrito Capital combinaba más.

Siempre fue soñadora, desde que era mas joven quería un metro, subway y otras cosas, pero optó primero por un tranvía, luego por unos trolies (no se como se escribe) y luego dizque por un transmilenio! que aunque al principio le gustó hoy ya no tanto, -¡ay la juventud!-.

Estudiosa como ella sola, no se de donde, sus compañeras le decían la "Atenas suramericana" con envidia, porque aunque no es nerd, es algo ñoña y le gusta la cultura, el año pasado la proclamaron la capital mundial del libro, ganando un poco de fama al rededor. Esto de poco sirve pero es de esas cosas que sube el ego.

No es perfecta, tiene algunos problemas sociales, económicos e incluso ambientales, como todas sus colegas, pero trabaja de a poquitos por mejorar en ello, es difícil pero sabe que en el fondo, la cosa mejorará. A veces es desordenada, con basura por todo lado pero eso es cuestión de actitud, dicen unos, para que deje la mañita, ojalá eso de andar dejando todo botado se le pase pronto, el psicólogo le aconsejó tomar clases de conciencia ciudadana.

Es divertida, tiene buenos restaurantes, rumbiaderos, plazoletas, parques, unos cuartos de estudio bellísimos como Luis Ángel Arango o Virgilio Barco, museos, arte, calles, universidades, gente y mil cosas que hacen que todo el que se le acerque quede flechado y embrujado, tanto que algunos le hacen propuestas y se quedan en el corazón de ella, mas adelante cuando estos se van por x o y razón, se dan cuenta de que estuvieron al lado de una compañía excelente, difícil de entender pero acogedora.

Eso si, tiene un defecto, es un poco fría, y como es tan alta se ve apática -eso dicen todos- pero cuando es calurosa es bastante agradable, claro, solo cuando se le da la gana, -Por eso algunos la critican- Ella con su cabeza en alto y muy imponente, hace caso omiso y sigue su camino como si nada pasase, aunque en el fondo sabe que es cierto.

Hoy está de cumpleaños, -470- dice orgullosa, lo sabemos, porque se refleja en su juventud y vigor, no los celebró en grande, incluso algunos ni se acordaron de felicitarla y de hecho, yo si la vi un poco fría hoy, de ahí el motivo de este post, pero es que está un poco ocupada con unos problemas de movilidad, hurtos, vías etc. que a veces no le queda tiempo.

Si usted, quiere mandarle los saludos, aproveche el momento, hay un brindis a las 6 de la tarde en varios lugares estratégicos (No necesita ser cachaco para enviarle sus felicitaciones, se reciben mensajes de cualquier ciudadano del mundo) o si quiere visítela aquí para ver donde va a estar celebrando la muérgana. Si de pronto tampoco puede, pues déjeme la razón, que ella me pidió el favor, por si las moscas ¿no? yo con mucho gusto le diré de parte de todos:

FELIZ CUMPLEAÑOS BOGOTÁ!!!!!

¡Que los cumplas muy feliz!

Atentamente, tus parceros.



1 de agosto de 2008

Epistemología de los piojos...

De niña, como casi todos, fui invadida por una diminuta fuerza bicho-alienígena que se apoderó de mi cabeza por varios días: piojos.
Esa sensación extraña de picazón llega como los toreros, por temporadas, y de un momento a otro la inocente cabeza es colonizada por ellos, como por arte de magia resulta más poblada que toda la India y cual inmigrantes, rondan también por las de los amigos más cercanos.


Atribuyo al pediculus humanus capitis o también llamado piojo, la decadencia de la época infantil, por eso me puse en la ardua labor de estudiarlos en una ciencia: la pijología, he aquí unas avanzadas investigaciones

Se ubican geográficamente detrás del cuello, por las orejas y todos los lugares recónditos de la cabeza; el peine de cerdas finísimas y el cruz azul son (o fueron) los instrumentos de control de plagas. Las madres piojentíficas por naturaleza, les tocó la parte más difícil: espulgar por todo lado para hacer inspección e inventario de liendres y piojos, algunas de ellas desarrollaron la sensibilidad taxonómica e identificaban varias especies con su respectivo sexo y decían:

-Mijito, aquí está la pioja, la voy a matar, es que esta clase de piojos son los mas bravos-

Esta visita tan inesperada tenía también varias teorías a su alrededor: como por ejemplo la teoría de la proximidad, que trata de la especulación de distancias astronómicamente imposibles y magnitudes de salto del piojo de una cabeza a otra, identificada por comentarios de la progenitora como -No se le acerque a fulanita porque se le pegan los piojos, donde x (o sea usted) se encuentra separado de Y (fulanita) a una distancia de mas o menos Pi (π) a la 35 kilómetros. ¿?

Otra Teoría de mas antigüedad es la de identificación de superficie, que supone que la cantidad de piojos habitantes por cabeza es inversamente proporcional a la frecuencia o presencia de H2O en la superficie, identificada con frases como - A X le dieron piojos porque no se baña y tiene el pelo sucio- por tanto, En niños con poca frecuencia de baño al cabello, mayor su presencia piojífera y viceversa.

El tercero es el principio de la oleaginosidad, que consiste en que el número de indeseados de habitantes se reduce considerable o absolutamente ante la presencia de hidrocarburos como petróleo o kerosene, gracias a su acción catalizadora en la superficie terrestre del hábitat.

Paralelamente se han formulado algunas hipótesis al desempeño de la causa, como por ejemplo el vinagre como solución anticonceptiva de liendres, el cual ha demostrado –según los estudios- que lo único seguro es el constante olor a ensalada vieja en la cabeza; y El hilo enredado en el peine, como herramienta eficaz para el éxodo permanente del pediculus humanus capitis y algunas de sus descendencias.

Finalmente, la piojología se basa en el supuesto básico del paciente en la que primero muerto que sin pelo, supuesto que muchas veces no es llevado a su feliz término y el afectado resulta prácticamente calvo. Sin embargo, es el único 100% avalado como control de efectividad por la sociedad mundial de piojentíficos o sea, las madres.

Y hablando de madres, ¡la madre para el que no tuvo piojos; no tuvo niñez y para los que se burlaban, probablemente a esos también les dio, la madre!