23 de abril de 2009

Y volver volver voolver...


Buenas noches queridos lectores. Ante todo pido sus disculpas ante mi indiscriminada ausencia de estos medios. Es difícil a veces alejarse de manera tan repentina de algo que uno disfruta, como es el caso de los blogs. Muchos de los que leo, tienen un montón de entradas encima, y hasta ahora me estoy poniendo al día, a decir verdad es muy difícil comentar en todos, así que mejor decidí pasar como un fantasma, tal como Gasparín.
Hoy, renazco como el ave fénix, de mis cenizas, -pues mas de uno me daba ya por muerta- y me siento en deuda con ustedes, quienes de una u otra forma hacen parte de este sitio. Puede que mis letras no sean precisamente las mas ilustradas de la blogósfera, incluso a veces pecan de superfluas para mi concepto, pero finalmente estas sandeces que escribo han creado en mi una dependencia hacia este encarretante mundo y mas de un desocupado se toma el tiempo para leerlas, así que al fin y al cabo no es del todo tan malo. Es obvio que debería hacer mi reaparición con un post en forma, tal vez contándoles algo interesante, pero la verdad tengo la cabeza nublada y no se me ocurre nada. En varias oportunidades hubo varias ideas para escribir, pero cuando tenía la oportunidad de plasmarlas en un papel o una pantalla se esfumaban como el viento, otras veces me sentaba en el pc para ver si me inspiraba, y tampoco funcionó. Pensé que a lo mejor no era el momento propicio para una Opinión Desocupada mas.

Si me preguntan si los extrañé, diría que mucho, estas largas semanas sin ustedes fueron eternas; además las constantes lluvias, la total ausencia de internet, y un poco de angustias existencialistas me tuvieron un poco deprimida, incluso un anónimo lector en su comentario en el anterior post logró percibirlo, por lo cual esas pequeñas vacaciones forzadas sirvieron para cargar batería y reconectarme con este loco ciber espacio, que a muchos nos saca del desparche.
Sin más ni más, les dejo este mensaje de saludo, de reencuentro, eso si con el compromiso de que así llueva, truene o relampaguee, la próxima semana llegaré a contarles algo. Puede que suene demasiado premeditado, y tal vez ese post que prometo sea malo - como tantos- pero eso no me excluye de cumplirles, y por supuesto de visitar las letras de los desocupados blogueros que amenizan mis noches en vela con sus escritos.