27 de septiembre de 2009

¿Me quedaré solterona?

Mi mamá, 26 años mayor que yo, era enfermera de la Cruz Roja y amaba su carrera. Era quizás feliz así su trabajo no representara grandes ingresos. Un día cometió el error de enamorarse, casarse y concebirme; y entonces hasta allí llegó su felicidad. Por las malas decisiones que se toman en la vida se dedicó de lleno al hogar y a criarme, y dejó de lado su emocionante vida en la enfermería. Nunca supe por qué rayos mi mamá lo hizo. ¿Si era feliz en su trabajo, no era cuestión de darse una licencia y listo?, Tal vez.  Sin embargo, asumió su reto y sus consecuencias, aunque después de eso, su profesión cambiara de enfermera por la de Ama de casa.

Si, no entiendo el por qué hay señoras que han tomado este tipo de osadías y a cambio sufren de cierto complejo de frustración al ver cómo sus carreras se truncan, como si casarse y trabajar fueran opuestos, y entonces, les dicen a sus hijos que nunca cometan el mismo error que ellas. Bien, En mi familia, este caso se repite en varias personas y afortunadamente yo lo tengo muy claro con el ejemplo de mi mamá.

A pesar de esto, No entiendo por qué las abuelitas creen todavía en que una mujer se debe preparar en la vida para tener un hogar, hijos, familia y un bello marido a quién servirle. Para ellas (o por lo menos para la mía) el hecho de no saber hacer ni siquiera un huevo frito, me pronostica la mas grande de las infelicidades, la amargura total y fracaso en el matrimonio si llegase a haberlo. Una mujer que no sepa servirle a su marido será cambiada por otra que si lo haga. Dice a veces. No creo que tenga del todo la razón.

No señores, la experiencia de mi madre, me dice que es un completo error limitarse a que las mujeres tengan que estar dedicadas por completo al hogar, así sean abogadas, arquitectas, médicas o cualquier cosa. En mi caso, que soy negada para la cocina y otras labores, no me dan preocupación alguna. Para alcanzar la felicidad, no se necesita saber hacer un tinto.

Mis entradas a la cocina son tan esporádicas como ligeras. A menudo prefiero las cosas casi terminadas que venden, que aventurarme a construir un plato sofisticado y apetitoso porque no desarrollé el suficiente ingenio para llevarlo a cabo. Tal vez, mi mamá no quiso que yo aprendiera de a mucho, porque si no podría terminar metida allá, criando 5 chinos y barriendo la casa a toda hora. Puede que yo no haya escogido la enfermería como opción de vida, pero tampoco la de ama de casa, y no sólo porque no sepa defenderme en las complicadas labores culinarias.

Leyendo el post de este personaje “Nunca fui de las chicas más sensibles, ni las mas cute, ni las mas detallistas. Oh dios, casi que odio la cocina, cocino para no morir de hambre, es la verdad, y cuando le cocino a alguien, que eso pasa cada…. lo hago con esmero pero con una pereza inicial gigante” creo que me pasa lo mismo, y por eso me doy cuenta que hoy en día eso es lo mas común del mundo, y que las proezas de mi abuelita en la actualidad no tienen mucha vigencia.

Ahora, si dentro de mis planes estuviera casarme, el señor en cuestión tendría que saber de antemano, que su futura esposa no es un as en la cocina, que no le interesa en lo más mínimo aprender a hacer un estofado ni la mas estrafalaria receta y que no está dispuesta a atenderlo como un rey. Si él, bajo estas circunstancias contempla todavía casarse, sabe a qué atenerse, aunque al bajarse de la nube salga corriendo.

Tal vez el concepto del hogar ha cambiado de tal forma, que cada vez los roles se unifican y se comparten por la pareja. Es increíble pensar en que una vida exitosa se limite al matrimonio y que la mujer atienda a el hombre como un rey, y la eduquen de tal forma. No, la vida en pareja ahora se asemeja –en mi ideal – a un trabajo en equipo, en el que ambos dan y ponen de su parte, en el que los dos se turnan las comidas de la casa, el aseo y todo lo demás que el hogar implique. Si no, señores, no es mi idea casarme para ser la esclava de otro pendejo o para dejar mi carrera botada para convertirme en un ama de casa, mientras él se dedica a vivir su vida y llegar a casa para que le tengan la comida servida.

Será por mi inutilidad en todo estos menesteres  que a mi me gustan los hombres que les guste cocinar, porque yo soy pésima en la cocina, en cierta parte nos complementaríamos. Me gustan los hombres hogareños y ordenados que sepan que al momento de vivir con una mujer, no signifique tener a su lado una esclava que les recoja el mugrero y les lleve el desayunito a la cama. Si es por esto, se que tendré que aprender a cocinar (bueno abuelita, tendré que aprender, usted gana) pero prefiero que me toque hacerlo porque vivo sola y necesito hacerlo con suma urgencia, así no me guste ni poquito.

Lo que mas me asombra es que todavía existan personas de mi generación que piensen algo parecido a mi abuelita. ¿Es que acaso no han visto los cientos de casos que hay como el de mi mamá?. Una de mis amigas me dijo que yo me acercaba mucho al perfil de solterona en un futuro por pensar de esa forma. Bien, ella misma era la que estaba un domingo planchándole  la camisa y cocinándole al novio porque el pobrecito tenía hambre y estaba cansado. (¿?)

No pretendo  con esto, hacer una discusión sexista del asunto ni mucho menos, pues no soy feminista ni de esas que anda por ahí pregonando del machismo de la sociedad y bla bla bla. Simplemente, creo ser un tipo de mujer que no contempla en lo mas mínimo que el hecho de tener un hogar implique dedicarle la vida entera. En cierta parte esta antipatía rompe ciertos esquemas romanticistas de mi abuelita, pero no creo que alguna de sus nietas vaya a acatar tales consejos para seguir los pasos de nuestras madres, y pasar por alto sus experiencias y lo que trataron de infundirnos para no cometer sus mismos errores.

Bueno, ahora nos pusimos quejumbrosos, pero es que cada vez me doy cuenta de que yo para esas cosas de la casa ¡ De verdad que no sirvo! De por Dios,  ¿será mas bien que por inútil me quedaré solterona?  Bahhh!

Amanecerá y veremos….

12 de septiembre de 2009

Hotel Mamá Ltda.


Bienvenido hijo, este paradisiaco lugar es un complejo exclusivo y lleno de grandes ventajas y en algunos casos comodidades, diseñado exclusivamente para nuestros clientes. Hotel mamá ltda, es uno de los mas sofisticados lugares para pasar el verano, otoño, invierno, primavera, infancia, adolescencia, adultez e incluso vejez. Todos esos momentos que, sabemos son importantes en la vida.

El personal del Hotel Mamá Ltda está capacitado para atenderlo, soportarlo y aguantarlo, siempre y cuando usted retribuya en algo su estadía, aunque no siempre ha de ser necesario.En este hotel, usted se sentirá como en casa (de hecho lo es) y ahorrará mucho dinero siendo nuestro huésped “Bombril” de honor, comparado con otros lugares para pasar sus días ( o semanas, meses, años y décadas). Las tarifas no siempre son económicas pero todo es reembolsable, pues la gerencia se encargará de usted en todo momento, incluso cuando usted se pueda valer por si solo. De hecho, contamos con un seguro de desempleo, en el cual, en caso tal de que pierda su trabajo, el hotel se encargará de auxiliarlo sin importar el tiempo o sus ínfulas de ganar sueldo de ministro en su próximo empleo.

Hotel Mamá Ltda ofrece habitaciones cómodas, diseñadas a su gusto y necesidades, eso si, con baño compartido, pero con desayuno, almuerzo, comida, medias nueves, caprichitos y antojos los 365 días del año, las 24 horas. También cuenta con servicio de internet Banda ancha, tv por cable y llamadas ilimitadas si las necesidades hogareñas así lo requieren, de lo contrario estos gastos irán por su cuenta. Su calidad de huésped ( y mas si es un “Bombril”) le da el derecho a portar una copia de las llaves de las principales puertas en caso de cualquier necesidad y a tomarse algunas atribuciones.

Las instalaciones del hotel están ubicadas en cualquier lugar de la ciudad y del país, que, dependerá de su apellido y su árbol genealógico. Van desde el norte hasta el sur, pasando por el oriente y occidente, y cubre los estratos del 1 al 6 (así a veces los clientes, crean ser 10).

Se ofrece también, servicios de manutención y chocholeo en caso de presentar -o fingir- enfermedades graves o leves, exigiendo a cambio su disposición para recibir cantaleta cada vez que usted le haga a mamá (la Gerente) una fechoría que ella no apruebe.

El hotel presta sus instalaciones como centro de convenciones e incluso de vacaciones, donde usted podrá reunirse con amigos, compañeros de trabajo y demás, para sus celebraciones personales con o sin motivo aparente, y sin ser necesario su previo aviso a la Gerencia. Usted puede alojar a sus compañeros de juerga en caso de éstos no estar capacitados física o moralmente para poder llegar a sus lugares de destino, la estadía máxima permitida son 3 días. A partir de este se generarán cobros extras. Cualquier daño o perjuicio provocado correrá por cuenta del cliente anfitrión, en ese caso, usted.

Hotel Mamá Ltda ofrece también servicios de asesoría jurídica, democrática, meritocracia (cuando esta se merezca) y jueces especializados en resolver y sancionar los diferentes conflictos civiles que se les presente a los clientes. La corte suprema del hotel es la que tiene la última palabra en las disputas que se presenten entre los acostumbrados huéspedes del lugar. Adicionalmente se cuenta con asesorías psicológicas y espirituales en momentos de desasosiego u otros.

Las cuotas por estadía de Hotel Mamá Ltda, varían según la edad y la situación socioeconómica de los clientes. Se reciben pagos en efectivo, tarjeta de crédito, cheques posfechados e inclusive cariñitos y lambetazos.

Tarifas por persona:

- Neonatos, recién nacidos y niños hasta los 8 años: Estadía gratuita.

- Niños de 9 años y adolescentes: Estadía gratuita, sujeta a condiciones, a castigos, represalias, suspensión del internet y teléfono en caso de controversia. Se exige total responsabilidad en las labores académicas y horario restringido de llegadas nocturnas y salidas con amigos.

- Mayores de 18 años y estudiantes universitarios: Cláusula de responsabilidad universitaria y habitación individual asegurada.

- Graduados universitarios: Cantaleta casi diaria sobre su situación laboral e intenciones de buscar trabajo o algo qué hacer.

- Empelados y /o independientes: Porcentaje de la quincena, equivalente a un poco mas del diezmo para los gastos de la casa y alimentación, se exige también la obligación de pagar al menos un recibo se servicio público. Ya se le guarda la comida caliente en el horno y no se le da cantaleta sin importar su hora de llegada, siempre y cuando colabore con la módica cuota. Nota: si es independiente, se le harán audiencias periódicas para determinar el origen de sus ingresos.

- Empleados o pensionados o personas con esposa y/o hijos: cuota de manutención equivalente a más de la mitad de su salario por concepto de alimentación y sostenimiento de cabezas extras. Si decide permanecer, tendrá que hacerle reformas al hotel y adecuar los espacios para que cada vez sean mas independientes, estos gastos corren por cuenta suya en su totalidad.

- Adultos solteros y mayores: Estadía condicionada a su paciencia, mamá no se explica cómo diablos usted todavía se soporta estará allá.


Atendido directamente por su propietaria lo invitamos a que visite Hotel Mamá Ltda, que a diferencia de otros lugares por ahí, éste ¡ Si lo tiene todo!.


Atentamente, La Gerencia. Su madre.